PLEYADIANOS LA SEXUALIDAD
PLEYADIANOS: La Sexualidad: un Puente hacia los Niveles Superiores de Conciencia (Barbara Marciniak)
Cuando vuestra biblioteca fue desordenada y dispersada, el ADN se dividió para que sólo quedaran dos ramas con muy poca información y muy poca memoria, la sexualidad permaneció intacta en el cuerpo físico. Se la dejó, por supuesto, como una forma de reproducción; una manera de mantener a la especie en contacto con su propia esencia y de darle vida. En las profundidades de la sexualidad se encuentra una frecuencia que puede ser conseguida, que ha sido buscada y malinterpretada por mucha gente. Se denomina orgasmo.
El orgasmo ha sido distorsinado de su propósito original. Tu cuerpo ha olvidado el orgasmo cósmico porque la sociedad os ha enseñado durante miles y miles de años que la sexualidad es mala. Os han enseñado esto con el fin de controlaros y para impedir que buscarais la libertad que se puede conseguir a través de la sexualidad. La sexualidad te conecta con la frecuencia del éxtasis, lo cual te conecta con la fuente divina y con la informació
La sexualidad ha sido desacreditada en este planeta y esto está almacenado en vuestra memoria celular. Esto no es sólo en esta vida; son miles de años de apropiación indebida y mala utilización. Es necesario que despejes la negatividad que rodea a la sexualidad en esta vida, y que experimentes y examines tu forma de utilizar la energía sexual y su expresión en tus «yoes» multidimensionales.
Las partes sexuales de tu cuerpo son avenidas que conducen al placer y crean frecuencias que sanan y estimulan al cuerpo y, potencialmente, lo conducen hacia su yo espiritual más elevado. La sexualidad ha estado tan mal entendida en este planeta que, cuando se da entre dos personas, rara vez tienen éstas la intención de conectar espiritualmente a través de ella. La sexualidad invoca una espiritualidad que es libre y que se contempla a sí misma como creadora. No obstante, rara vez se utiliza como puente hacia los niveles superiores de consciencia.
Hemos conversado con una serie de individuos que han estado utilizando la luz. Al encontrar a la pareja adecuada en una situación monógama, han sido capaces de alcanzar estados del ser muy elevados. La monogamia tiende a funcionar bien para la mayoría de vosotros debido al lugar en que os encontráis vibracionalmente. Cuando uno tiene muchas parejas, se tiende a ser poco honesto y a esconder la propia identidad: compartes un poco por aquí, otro poco por allá y esparces tus semillas por todas partes. Es mejor estar con una sola persona, aunque esto no quiere decir que tenga que ser para siempre. Sé leal, sé abierto, comparte con la persona con la que estás y llega tan lejos como puedas con ella. Si resulta ser tu vida entera, maravilloso. Si no lo es, y si os encontráis en una situación en la que ya no os comunicáis ni os servís el uno al otro, y sientes que la relación no será capaz de dar un salto cualitativo, termina con la relación y encuentra a otra persona que trabaje con tu misma vibración
Cuando trabajáis mano a mano últimamente, desarrolláis la confianza. La mayoría de vosotros tenéis dificultad para confiar en vosotros mismos porque no tenéis un modelo de confianza. En una relación se puede aprender sobre la confianza, porque funciona como un espejo en el que puedes ver tu reflejo, te muestra aquello que no podrías ver desde tu punto de vista. Muestra una imagen de ti mismo mera de ti, siempre y cuando establezcas una comunicación abierta en la sexualidad y una profunda intimidad, y no utilices la sexualidad como una forma de evitar el acercamiento. Muchos de vosotros habéis utilizado la sexualidad como una forma de distracción y una manera de eludir la intimidad en lugar de desarrollarla. Empezáis recibiendo energía y a mirándoos a los ojos, sintiendo la excitación. Luego, en lugar de exploraros unos a otros íntima y espiritualmente, cerráis vuestros centros de sentimiento, os ponéis la armadura y tenéis unas relaciones sexuales superficiales y a nivel genital porque os da demasiado miedo y resulta demasiado intenso entrar en la ruta de la conexión total, corporal y espiritual. A veces el sexo superficial es maravilloso. Lo que estamos diciendo es, sencillamente, que hay más. Hay mucho más y nadie te priva de ello excepto tú mismo, tus creencias y tu temor de derribar tus barreras y tus muros.
Muchos de los miedos que tenéis se basan en lo que habéis creado para vosotros mismos y en lo que le habéis hecho a otros en vuestra vida sexual. Tu historia sexual afecta a todas las esferas de tu alma, de manera que todos los problemas del alma son transmitidos por todo tu cuerpo. A veces no quieres ver esto porque es demasiado doloroso y lo juzgas porque crees que es malo. Deja de juzgar, sé neutral con respecto a lo que has hecho: no importa lo que descubras, no importa lo atroz que te parezca, no importa lo difícil que parezca y no importa cuánta violación implique. Comprende que tu propósito ha sido reunir información y comprenderte a ti mismo.
La sexualidad es una frecuencia. Representa aquello que no os fue arrebatado aunque vuestra historia, vuestros recuerdos y vuestra identidad os fue arrebatada y dispersada. El único medio que os quedó para descubrir quiénes erais, fue la experiencia sexual. Esto, por supuesto, nunca os lo dijo nadie. Ahora vamos a atacar un poco a la iglesia. Lo sentimos mucho por los que pertenezcan a alguna. Las iglesias surgieron como organizaciones; para controlar la religión y el desarrollo espiritual y con la finalidad de crear trabajo, de crear una jerarquía y una especie de club. Muy pocas iglesias surgen con la idea de informar a la gente. Normalmente no contempláis a la religión como algo que os proporciona información, ¿verdad? Cualquier religión que provea información está operando en la vibración de la verdad.
Las esferas de espíritu son lugares de existencia a los que el cuerpo no tiene acceso. Como la sexualidad era una oportunidad para los seres humanos para recuperar la memoria, o para conectar con el yo espiritual y el creador espiritual, o para encontrar el camino hacia la esfera espiritual, aparecieron las iglesias y promovieron la sexualidad como forma de procreación. Os dijeron que la única razón de ser de la sexualidad era la de producir pequeños seres humanos.
La sexualidad fue presentada como algo malo. A las mujeres se les dijo que la sexualidad era algo por lo que debían pasar para servir al hombre y que no tenían control sobre el proceso del nacimiento. Las mujeres lo creyeron y por eso, hasta el día de hoy, por lo general, creéis que no tenéis control sobre esa parte del cuerpo. Tienes que darte cuenta de que tú decides si quieres o no quieres tener un bebé. No es tan complicado como te han dicho. La decisión y el propósito son los que traen la experiencia a tu vida. Puedes controlar si quieres tener un bebé o no. Si la mujer hubiese tenido esta habilidad en los últimos miles de años y si hubiese sido capaz de explorar su sexualidad sin miedo de quedarse embarazada, entonces, quizás, hombres y mujeres hubiesen descubierto que eran mucho más libres de lo que les habían dicho.
El descubrimiento de la frecuencia más elevada de la sexualidad surge de la experiencia amorosa. No tiene nada que ver con el hecho de si las relaciones son heterosexuales u homosexuales. Se trata de dos seres humanos que se dan placer el uno al otro de una forma que abre frecuencias de la consciencia. Os habéis tragado muchas ideas acerca de lo que es correcto y de lo que no lo es dentro de la expresión sexual.
El amor es la esencia qué debe crearse en todas las relaciones. Si amas y honras a alguien, no importa cuál sea tu composición de densidad. Lo que importa es la vibración del amor y cómo exploras este amor, que está dotado, idealmente, de la integración de las partes masculina y femenina que forman la llama gemela.
El ideal es que la sexualidad se explore a través de los sentimientos. El tercer y el cuarto chakra te conectan con el yo compasivo y con el yo emocional, que te conectan, a su vez, con el yo espiritual. El yo espiritual es una parte de ti mismo que es multidimensional; a través del cual existes simultáneamente en muchas formas. Ser consciente de estas realidades en la identidad que eres es tu misión, tu tarea y lo que has acordado hacer. Cuando eres consciente, puedes sintonizar con distintas frecuencias, recordar quién eres y cambiar la velocidad vibratoria de este universo.
Nos encanta hablar de la sexualidad porque es tan misteriosa en este planeta. Algunas escuelas de misterios han mantenido en secreto el conocimiento acerca de los usos potenciales de la sexualidad. Sois criaturas electromagnéticas y, cuando os unís físicamente con otra criatura, unís vuestras frecuencias electromagnéticas. Cuando vuestras frecuencias están en armonía y unidas por una frecuencia de amor, pueden ocurrir cosas increíbles.
Hace miles de años, cuando la sociedad tenía una visión más matriarcal en ciertas áreas del planeta, la energía de la Diosa estaba presente y trabajaba con ciertos individuos. La mujer comprendía su poder, su intuición, su centro de sentimiento, su conexión y su deseo de crear vida. También comprendía que no tenía que concebir un hijo si no lo deseaba.
Con el fin de que la sociedad patriarcal cerrase un círculo y preparase a la Tierra para este cambio de consciencia, la energía femenina tuvo que instalarse en el asiento trasero. Por lo tanto, el poder femenino, la energía y la comprensión de la sexualidad fueron suprimidos. En los tiempos modernos (los últimos dos mil años) la mujer ha creído que no tenía control sobre el momento en que querían tener niños, que la sexualidad era mala y sucia y que el sexo se enseñaba para ser practicado sólo dentro de los derechos del matrimonio, etcétera. Todo esto era un programa de marketing.
Algunos de los programas de marketing actuales para crear aún más miedo de la sexualidad y de su expresión, son las nuevas enfermedades: el sida, el herpes y todas las demás. Leéis sobre todo esto en los periódicos y os asustáis de vuestra propia expresión, de vuestra propia intuición y de vuestro propio gozo. ¿Lo comprendéis?
Antes de que el ADN fuera reordenado, las personas se unían electromagnéticamente a través del amor y así alcanzaban las esferas superiores y eran capaces de subir su escalera interior y llegar hasta algunas frecuencias extraplanetarias. Creaban una experiencia similar a la de viajar en un cohete que los lanzara hacia otros sistemas de realidad. Éste ha sido uno de los secretos mejor guardados del planeta.
Muchas de las personas con las que hemos hablado han tenido experiencias muy profundas con su sexualidad. Nos gustaría señalar una vez más que no estamos haciendo distinciones o juicios acerca de con quién estáis en una relación, y nos gustaría que vosotros también dejarais de juzgar. Es una vieja programación. No importa si te unes a un miembro del sexo opuesto o de tu mismo sexo. Hablamos de dos seres humanos que se unen físicamente en la forma que les parece más apropiada y crean amor, porque comparten amor. Cuando la integridad y el amor no están presentes en la unión de dos cuerpos humanos, entonces estas personas piensan mal de su experiencia. Esto puede crear todo tipo de resultados negativos dentro del cuerpo humano.
Os dejaron la frecuencia de la experiencia orgásmica en la sexualidad para que pudierais recordar vuestra identidad más elevada. Cuando esta energía o historia sea revelada y descubras quién eres, unirás muchos cuerpos de tu identidad multidimensional personal en tu forma física. Para recibir el impacto total de la red de tu identidad, deja que las doce hélices encajen en tu cuerpo y permite que los filamentos con codificación de luz se reordenen. Este proceso tiene que ver con el cuerpo mental, el cual está conectado al cuerpo físico. El cuerpo emocional, que está conectado al cuerpo espiritual, es el cuerpo que todo el mundo se quiere saltar. Decís: «Quiero evolucionar. Quiero una aceleración rápida, pero no quiero pasar por el centro de sentimiento para hacerlo».
Estáis conectados a vuestros «yoes» multidimensionales a través de vuestros sentimientos, y es en los sentimientos donde os quedáis principalmente atascados. Acepta que tus «problemas» surgen por alguna razón. A muchos de vosotros os gustaría enterrar vuestros «problemas» y tirarlos a la basura como si se tratara de algo feo y no de vosotros. Estos «problemas» son la parte oscura de vuestra identidad con la que no queréis lidiar ni tener que aceptar.
Comprendemos que, a veces, cuando surge algo, lo etiquetas y dices: «Odio esta parte de mí mismo. Quiero acabar con ella, esconderla bajo la alfombra y olvidarla. He acabado con esto». Adivina qué: tus «problemas» son los tesoros de tu vida. Son tu manera de aprender.
Habéis aceptado mutar, atraer luz hacia vuestros cuerpos y dar vida a la Familia de Luz en este planeta. Como la luz es información, tienes que lidiar con las cosas que has escondido de ti mismo. La sexualidad es lo primero porque es el yo secreto, el yo del cual te escondes. La sociedad te ha dicho: «Esto es bueno. Esto es malo. Debes hacer esto. No debes hacer esto otro». ¿Quién te dio estas leyes? ¿Quién te dio cualquiera de tus leyes, para empezar?
Os habéis quedado atascados porque no sabéis leer los símbolos de la lengua en que os habláis. De manera que permanecéis en él. Muchos de vosotros amáis vuestras historias porque atraen la atención hacia vosotros. Si no tuvieras una historia, ¿quién hablaría contigo? Observa tu cuerpo y mira lo que intenta enseñarle al yo. Lo ideal es que sanes las heridas y crees un lugar más cómodo y gozoso a medida que vas aprendiendo a vivir más completamente en tu cuerpo físico y a tener una nueva identidad en tu sexualidad.
La sexualidad es la clave. Es la puerta de entrada hacia esferas más elevadas de la consciencia. Cuando os redefináis, y cuando los filamentos con codificación de luz os den una nueva definición de vosotros mismos, también cambiaréis vuestra identidad sexual. La sexualidad tiene que surgir para todos vosotros y es el área que más os atemoriza en la actualidad. Os garantizamos que, más adelante, habrá otras áreas que os darán miedo.
Si estás atascado en la idea del amor y no logras comprender lo que está sucediendo con él, el problema es que lo estás buscando fuera de ti mismo. Estás buscando que otra persona le dé sentido a tu vida y te valide. Si no tienes a esa persona, te enfadas o sientes que no vales nada. Éste es un modelo con el que creciste, el que tus padres y tu sociedad te mostraron. Hemos dicho una y otra vez que la cosa más importante que puedes hacer es amarte a ti mismo y honrar a la Tierra. Pero no haces más que olvidarlo y buscar otra relación que te haga sentir completo y entero. Crees que sin una relación eres menos que un ciudadano aceptable. Te sientes solo. Tienes que aprender a estar solo. La soledad no es más que un estado mental. No estás nunca, nunca, solo. Hay multitudes de entidades a tu alrededor. Si pudieras dejar de sentir pena de ti mismo, encontrarías que se te envía tanta información constantemente que te gustaría estar solo para dedicarle tiempo a la recepción del contacto.
Cuando te amas a ti mismo y dejas de estar trastornado por la necesidad de tener a alguien que te quiera, entonces eres capaz de aceptar lo que alguien te ofrece. Es imperativo que te valores para que no te conformes con un amor disfrazado. Si decides buscar pareja o vibrar con alguien y no recibes lo que deseas, no te quejes ni refunfuñes ni le pongas mala cara a esa persona para que cambie de acuerdo a tus necesidades. Si estableces un valor para ti mismo y no lo creas, entonces limítate a cambiar tu realidad y continúa solo hasta que encuentres a alguien que refleje tu valía. Entretanto, vibra con el amor por ti mismo, hónrate, y comprende que este viaje se trata del descubrimiento de uno mismo en las relaciones con los otros. No se trata sólo de maridos y mujeres. En este viaje se trata de honrar tu cuerpo físico y la unicidad del yo mientras tocas las vidas de muchos. Permítete siempre trabajar con el yo y permítele evolucionar.
Todos vosotros tenéis miedo de la intimidad con vosotros mismos; de estar a solas con el yo. Una vez has desarrollado la intimidad, un silencio, un amor por ti mismo, una contención de tu energía, entonces querrás que tu intimidad con otra persona tenga esa calidad.
La sexualidad puede confundir mucho en esta época porque estáis elevando y estudiando vuestras frecuencias. Cuando unís vuestros cuerpos, incluso cuando os abrazáis, intercambiáis frecuencias. Cuando uno tiene una experiencia sexual, se liberan hormonas dentro del cuerpo. Las hormonas despiertan ciertas energías dentro de las células y se da una transferencia de la esencia de una persona a la otra. Es por eso que cuando has tenido relaciones sexuales con alguien, no puedes desprenderte de su energía. Aunque no quieras estar con la persona, la experiencia sexual permanece contigo porque ha habido un intercambio electromagnético.
Estáis pasando por esta modulación de frecuencias y aprendiendo a elevar vuestra frecuencia a un lugar de información consistente, amor por uno mismo e intimidad con uno mismo. Por consiguiente, puede parecer muy confuso y a veces atemorizador aceptar esta vulnerabilidad que estás reconociendo en ti mismo y acoplarte y fundirte con otro. Cuanta más consciencia adquieres, mayor es tu control sobre el uso de tu cuerpo; puedes decidir dónde lo vas a conectar y, ciertamente, con quién lo unirás sexualmente.
Si expresarte sexualmente ahora te hiciera crecer verdaderamente, crearías automáticamente la experiencia porque estarías preparado para ello. Comprende que, durante el proceso de evolución del yo, suele darse un período de inactividad sexual. Dentro de la frecuencia sexual, tiene lugar un intercambio entre dos personas, de manera que si te unes con una persona que no es similar a ti y se da un intercambio químico, estás recibiendo su basura porque estáis intercambiando energía de una manera íntima.
Habrá veces en que te alejarás de este tipo de intercambio. Puede ser que pienses: «Oh, Dios mío, ¿qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo viejo? ¿Me estoy secando? ¿Qué está ocurriendo?». Ese no es el caso. Puedes aprender a utilizar la energía que te estimularía sexualmente sin necesidad de dársela a otra persona. En lugar de tener un comportamiento caótico y loco, puedes explorar esa energía practicando la masturbación, sabiendo que es perfectamente legítimo y correcto hacerlo. O quizá quieras limitarte a observar tu excitación sexual y decidir lo que vas a hacer con ella. Puedes decir: «Bueno, no voy a actuar esto ahora. Veamos a dónde va esta energía». Toma esa energía, permítele subir por tu cuerpo y utilízala en otras áreas.
Llegarás a un punto en que deberás adorarte, apoyarte y amarte a ti mismo como si fueras un bebé en tus propios brazos, sabiendo que harás lo que sea mejor para ti. Muchos de vosotros os distraéis. Encuentra un lugar de serenidad y silencio en el que puedas encontrar respuestas. No las encontrarás llamando por teléfono todo el santo día y hablando con los demás. Si intentas hacerlo, estarás demostrando que buscas fuera de ti. Cuando aprendas a mirar dentro para encontrar respuestas, el yo hablará. Normalmente eres incapaz de oírlo porque estás encerrado en pautas de comportamiento que sabes que tienes que cambiar pero no quieres hacerlo porque no sabes quién serás entonces.
Honestamente, tenéis miedo de vosotros mismos. Esto es algo muy común. Tienes miedo de no estar completo, y sientes enormes deseos de estarlo. Dices: «Estoy completo. Soy soberano. Necesito a otra persona. Me siento atraído por alguien. Oh, no, no puedo ver esto. Tengo demasiado miedo de esto. No necesito a nadie. Sí, necesito a alguien». Vas de un extremo a otro. Aprende a aquietar la mente. Aprende a tener un control absoluto sobre tu energía. ¿Qué significa eso? Significa que, estés donde estés, siempre te estás observando: la posición de tu cuerpo, tu forma de usar las manos, si te repites una y otra vez, si hablas o permaneces en silencio. Aprende a observarte sin juzgar. Aprende a mirarte y corregirte determinando cómo te gustaría ser en contraste con quien eres. Aprende a aquietar la mente.
La frecuencia, especialmente si hay una relación de amor, se transmite desde ti hacia otra persona. Una relación de amor no significa tener que estar siempre juntos. Significa, sencillamente, que permaneces en la relación mientras consideres que esa relación es apropiada para honraros el uno al otro, intercambiar energías y dejar que fluyan como por un circuito abierto. Cuando no os amáis y no estáis unidos, no hay intercambio; el circuito no se abre. Esto no quiere decir que no podáis tener buen sexo; quiere decir, sencillamente, que el circuito no está abierto.
A medida que esta comente eléctrica se eleva cada vez más, se alcanzan alturas cada vez mayores de experiencia orgásmica porque el sistema nervioso es capaz de manejar frecuencias de éxtasis más elevadas. El sistema nervioso determinará tu forma de expresarte y de sentir. Si el tuyo está poco evolucionado, tu experiencia sexual será muy limitada porque el sistema nervioso es el conductor de la corriente eléctrica. La experiencia orgásmica provoca una sanación y una realineación del cuerpo físico.
A la larga, no serás capaz de acercarte o estar con alguien que no opere con el mismo voltaje que tú. Sencillamente, no encajarás. Sería como intentar meter un pie de talla treinta y nueve en un zapato de talla treinta y dos. No funcionaría ni sería cómodo. No encajarás porque no serás capaz de unirte vibracionalmente.
Acabaréis comprendiendo la importancia de la nutrición vibracional cuando empecéis a conectar sexualmente. Conectar sexualmente es una manera de unirse a las personas que se mueven con vuestro mismo voltaje o con un voltaje compatible. Vuestra realidad nos resulta muy interesante por la cantidad de claves que hay en vuestro mundo. Cuando vais a un país extranjero, los aparatos eléctricos no se pueden conectar. No encajan, de manera que hay que utilizar un adaptador. Sería estresante tener que adaptarse continuamente a una vibración cuando estás implicado íntimamente en una relación sexual. Sería demasiado esfuerzo. Tendrías que utilizar toda tu energía en crear mecanismos de adaptación. Entonces se daría una negación y no te permitirías avanzar porque habrías bajado el listón.
Los sesenta marcaron una época de apertura hacia la exploración sexual. En un instante, el paradigma cambió. Gran parte de la energía que había en el planeta en aquella época, a la que se sumó la ingestión experimental de drogas, crearon inmediatamente un nuevo paradigma y os alejaron a las generaciones precedentes. Las fronteras cambiaron instantáneamente. Os separasteis de una generación que creía en la guerra y no sentía: una generación que hacía el amor en la oscuridad, a veces con la ropa puesta. Rompisteis el paradigma de muchas maneras y establecisteis nuevas modas y nuevas formas de ser. Fue maravilloso. Dijisteis: «¡Dios mío, sexo libre, amor y cuerpos que se dejan ver!»
Ahora ha llegado el momento de una revolución completamente nueva a través de la cual conectaréis vibracionalmente con otra persona. No habrá más distracciones en la sexualidad y dejarás de simular que no te estás de nada: que estás sexualmente liberado porque puedes hacerlo en esta posición y aquella otra y decir esto y hacer aquello. Eso es, sencillamente, como hacer aeróbicos en el área de la sexualidad. Queremos que empieces los aeróbicos y las contorsiones del alma: la vibración. Todos vosotros anheláis la profundidad de dos personas que se unen y conectan. Si tienes miedo de esto, es porque no tienes un marco o un modelo en el cual basarte. Debes diseñar uno. Debes confiar en que, de alguna manera, la energía del diseño del anteproyecto cósmico creará instantáneamente un nuevo movimiento basado en el deseo de dar este nuevo paso hacia la comprensión de vosotros mismos.
Recordarás con gran claridad tus expresiones sexuales en tus diferentes manipulaciones a través de la realidad: cuando fuiste hombre y mujer, y exploraste la sexualidad en todos sus aspectos. Se necesita coraje para hacerlo. Si existe un área en la que verdaderamente os juzgáis, en la que el planeta entero juzga, es la sexualidad. Habéis tenido ideas muy definidas acerca de lo que está bien y lo que no lo está, sexualmente hablando. Por lo tanto, muchos de vosotros os sentiréis conmocionados cuando recordéis lo que hicisteis con vuestra sexualidad.
Comprende que en este planeta la sexualidad ha sido siempre la conexión del cuerpo con su frecuencia más elevada. Aunque gran cantidad de la información haya sido dispersada y separada en el cuerpo, el potencial de crear vida permaneció para que pudierais entender quiénes erais en lo más profundo de vuestro ser. La vibración sexual ha sido vuestra conexión con vuestra identidad cósmica, pero este concepto fue malinterpretado y se perdió. Sólo queremos decir que existe una historia más amplia, mucho más emocionante de lo que os imagináis.
Hubo quienes no quisieron que estuvierais en sintonía con estas frecuencias porque las frecuencias sexuales os podrían haber conducido a áreas de liberación en las que hubierais empezado a comprender las cosas. La sexualidad quedó como una forma de viajar por el sistema nervioso y de conectar con la mente superior saliendo del cuerpo. Si os hubiesen dicho que ésta era la ruta de salida, ¿quién hubiera podido manipularos o controlaros?
La población debe despejar las connotaciones negativas y los juicios que han teñido vuestra experiencia sexual durante eones. Tenéis que hacer las paces con el sexo con el fin de integrar las frecuencias y la identidad. Se han manipulado las cosas y se les ha impuesto una frontera limitadora para que no tuvierais acceso a la verdad de la sexualidad. Se os dijo que podíais procrear con ella y tener orgasmos, pero no os dijeron que podíais abrir frecuencias con ella. Podéis entrar en contacto y utilizarla como un método para recordar quiénes sois y para alterar la frecuencia de vuestro cuerpo.
En los próximos años, la expresión de la sexualidad adquirirá una dimensión completamente nueva. Evolucionarás y crecerás, siempre y cuando tengas un compañero/a dispuesto a seguir el mismo camino y ser tan abierto como tú. Pero si estás con alguien que quiere jugar al juego de la evasión o de la negación, no llegarás a ningún sitio.
Cap. 20, Mensajeros del Alba, los Pleyadianos a través de Bárbara Marciniak
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